1.20 ¿Cómo puedes saber lo que es verdadero y falso en la Biblia?
Jesús dio el Espíritu Santo como una ayuda para sus Apóstoles, para que ellos pudieran entender y proclamar el Evangelio. El Espíritu Santo continúa ayudando a la Iglesia a explicar la Biblia correctamente.
Por ejemplo, existen muchos comentarios de la Biblia escritos por santos, papas, y por Concilios de la Iglesia. Juntamente con la ayuda de la Iglesia, estos textos pueden ayudarnos a entender la Biblia. De esta manera podemos ver que partes deben ser tomadas al pie de la letra, y que partes han sido escritas de un modo poético y metafórico para explicar una verdad más profunda.
¿Cómo se debe leer la Sagrada Escritura?
La Sagrada Escritura debe ser leída e interpretada con la ayuda del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio de la Iglesia, según tres criterios:
1) atención al contenido y a la unidad de toda la Escritura;
2) lectura de la Escritura en la Tradición viva de la Iglesia;
3) respeto de la analogía de la fe, es decir, de la cohesión entre las verdades de la fe.
[CCIC 19]
¿Cuál es la forma correcta de leer la Biblia?
La forma correcta de leer la Sagrada Escritura es hacerlo en oración, en otras palabras, con la ayuda del Espíritu Santo, bajo cuya influencia se creó. Es la Palabra de Dios y contiene la comunicación esencial de Dios para nosotros.
La Biblia es como una larga carta escrita por Dios para cada uno de nosotros. Por esta razón, debo aceptar las Sagradas Escrituras con gran amor y reverencia. En primer lugar, es importante leer la carta de Dios, en otras palabras, no seleccionar detalles sin prestar atención a todo el mensaje. Después de eso debo interpretar todo el mensaje viendo su corazón y misterio: Jesucristo, de quien habla toda la Biblia, incluso el Antiguo Testamento. Por lo tanto, debería leer las Sagradas Escrituras en la fe que les dio origen, la misma fe viva de la Iglesia. [YouCat 16]
Precisamente porque la Escritura, a causa de su misma sublimidad, no es entendida por todos de modo idéntico y universal… es pues, sumamente necesario, ante las múltiples y enrevesadas tortuosidades del error, que la interpretación de los Profetas y de los Apóstoles se haga siguiendo la pauta del sentir católico. [San Vicente de Lerins, Commonitorio, Cap. 2 (ML 50, 639)]
